Ficha técnica:
Título: Besos entre líneas
Autor: May R. Ayamonte y Esmeralda Verdú
Saga: Autoconclusivo
Año de publicación: 2016
Editorial: Planeta
Precio: 15,90 €
ISBN: 9788408154655
Sinopsis:
Emma es una joven cuya vida no es nada fácil. Cuando tenía seis años, su madre murió en un accidente de coche y su padre, al que tiene que cuidar los fines de semana, sufrió grandes secuelas físicas e intelectuales. Entre los estudios y sus responsabilidades familiares, Emma no tiene mucho tiempo para hacer lo propio de su edad. Pero por suerte hay algo que anima sus días: la literatura. Los libros, su blog y su nuevo canal de Youtube son su refugio, y mientras todas las personasde su entorno tienen vida social, Emma prefiere pasar las horas en la biblioteca.
Todo cambia cuando Eric, el chico que acaba de llegar al pueblo, entra en su vida. Eric es guapísimo y arrollador, pero también esconde muchos secretos y un pasado oscuro por el que tiene que cumplir condena haciendo trabajo comunitario.
Opinión personal:
Emma es una chica de vida complicada. Es difícil recuperarse de la pérdida de una madre y, en esencia, de la de un padre que nada tiene que ver con el que conocías. Ella utiliza la lectura como refugio de esta dura realidad, además de la presión del último año de instituto en un pueblecito de Madrid. Sin embargo, cuando conoce a Eric su vida da un vuelco, trastocando todo lo que ella creía sobre la vida y el amor.
Lo digo desde ya: el libro no me ha gustado. Sin embargo, no vais a ver mi humor ácido en esta reseña por la simple razón de que las autoras no se lo merecen hasta cierto punto. Han escrito una novela que ha recibido un aluvión de críticas negativas desde el mismísimo día que salió a la venta, cuando muchos de los errores tenían que haber sido corregidos por un editor que, evidentemente, se ha pasado su trabajo por el forro. Eso no quita que muchas cosas debieran haber sido corregidas por ellas mismas, ojo.
El libro nos habla de Emma, chica adolescente española que vive con sus tíos tras la muerte de su madre y la grave lesión mental de su padre en un accidente de tráfico. Es un personaje bastante plano, en el que por desgracia se nota que se han metido dos pares de manos distintos. La voz narrativa de Emma cambia de un capítulo a otro, aunque se mantenga lo esencial: es un personaje egoísta, victimista, poco desarrollado y sin un ápice de coherencia. Se queja constantemente de tener que cuidar a su padre, pero se pasa el día leyendo y viendo vídeos en Youtube, por poner un ejemplo.
Esta enamorada de Eric, el guaperas de turno cuya personalidad está recién sacadita del molde de estereotipos. Es guapo, chulito, guapo, con un pasado trágico, guapo, malote... Ah, ¿os he mencionado ya que es guapo? Trata a la protagonista como un trapo y las autoras tratan de justificar su pasado, el cual no os diré pero para mí no es en absoluto justificable. Pero lo ponen de bueno porque si no no tiene gracia, a nadie le gusta un chico malo si este no es el interés romántico de la prota.
El resto de los personajes cambian de personalidad más que de ropa interior y no pintan nada más que para poner a Emma en un altar. Además, he de resaltar la presencia de cameos. Me explico: las autoras han metido a todos sus amigos de una forma poco sutil y con calzador. No aportan nada a la historia, simplemente están ahí instantáneamente para que quede constancia de su existencia.
El libro no es muy largo y las descripciones brillan por su ausencia, pero eso no quita que se me haya hecho pesado e interminable. La trama brillaba por su ausencia y los diálogos se pasaban por el forro la primera regla de escritura de diálogo: que aporten algo. Poner "hola", "hola", "qué tal", no me dice nada, es un diálogo de relleno puro, y abundan en el libro.
Hay otros dos detalles que me han molestado bastante mientras leía. El primero es la mini-reseña que hace Emma de cada libro que se lee. Vi por ahí una lista, y creo que no bajaban de cuarenta. El anacronismo de sus publicaciones según Emma ya lo dejo aparte, porque no se puede saber ni en qué año está situado el libro en sí. El segundo es la ligereza con que han tratado las enfermedades. Una persona con anorexia no se cura mágicamente porque tú le digas nada, y tu tacto y sentido común son nulos si lo primero que le dices según entra por la puerta es un comentario sobre su peso. Por otra parte, es evidente que no se han molestado en informarse sobre el cáncer, porque lo tratan de una manera pésima. Hasta donde yo sé, el encharcamiento de pulmones no se produce con cáncer de mama (corregidme si me equivoco) y de todas maneras, sólo es un argumento para dar pena sobre uno de los personajes, nada más.
En resumen, Besos entre líneas es un libro completamente decepcionante, que no recomendaría en absoluto. Animo a las escritoras a aprender de sus fallos y ojalá sus novelas sean mejores en un futuro.
Nota final:
