Reseña: Frío

Ficha técnica:
Título: Frío
Título original: Wintergirls
Autor: Laurie Halse Anderson
Saga: Autoconclusivo
Año de publicación: 2010
Editorial: Roca Editorial
Precio: 16 €
ISBN: 9788499181370

Sinopsis:

Lia se repite constantemente que no debe comer. En su vida sólo hay sitio para contar las calorías, para hacer ejercicio cuando la han obligado a ingerir una cantidad de alimentos que ella considera demasiado. Siempre. Pero ahora su amiga Cassie, con quien llegó al terrible pacto de convertirse en la más delgada del instituto, ha muerto y la persigue en sus sueños, porque se la quiere llevar con ella, no quiere estar sola al otro lado...

Opinión personal:

Lia tiene un objetivo: ser la más delgada de su instituto. Lo cual nos lleva a la conclusión obvia: Lia padece anorexia. Cuando era más pequeña, hizo esa promesa con Cassie, su mejor amiga. Pero Cassie se distanció de ella, y meses después murió, dejando 33 llamadas perdidas en el teléfono de Lia. Después, Cassie empieza a aparecerse a Lia, animándola a que se vaya con ella... a la muerte.

Empecé este libro por una recomendación de una amiga y la verdad que no sabía qué esperar de él. La anorexia es un tema que no me gusta mucho tocar, porque es algo bastante duro y que tiene que ver con temas psicológicos, pero a pesar de todo decidí darle una oportunidad. Y puedo decir que después de leerlo estoy un poco más cerca de comprender lo que sucede en las mentes de las personas que lo padecen, aunque JAMÁS me atrevería a decir que entiendo lo que sufren y por qué lo hacen. Solo que ahora conozco un poco más desde un punto de vista más cercano lo que es la anorexia.  

El libro gira en torno a la muerte de Cassie y las consecuencias que esto tiene en Lia. A veces he de admitir que me he asustado, no porque el libro diera miedo en sí, sino por los pensamientos de la protagonista. Es un libro que calificaría de mucho más duro que Bajo la misma estrella, aunque no sea tan trágico; ya que ambos están narrados en primera persona, pero Lia sufre un trastorno psicológico. Y Hazel no. Por esa razón, hay momentos en los cuales sentía escalofríos al leer. Tal vez este libro no sea bueno para personas que se sienten afectadas fácilmente. Pero para los que no, os lo recomiendo encarecidamente.

Lia, como he mencionado antes, es el personaje principal. Me ha gustado mucho la manera en que la ha desarrollado la autora. Es un personaje crudo, real. Está muy bien definido. Se refleja muy bien el dilema mental que sufre, su manera de pensar, por qué actúa como actúa. Diría que es un personaje que me ha gustado... pero no por cómo es, sino por cómo está hecho.

Está acercándose. Llegará en cualquier momento.

Dejo escapar el aire y todo empieza.

Por otro lado están los personajes secundarios. A pesar de verlos a través de los ojos de Lia, se intuye bien su personalidad. Tenemos a Cassie, la mejor amiga de Lia, que muere. De este perosnaje solo sabemos recuerdos y bueno... sus apariciones. Hasta el final del libro casi no sabemos nada de lo que la llevo a morir, y de lo que pasa por su cabeza en realidad. Así que no diré más, que es spoiler.

Luego tenemos a la familia de Lia: su padre, su madre, su madrastra y su hermanastra pequeña, Emma. A pesar de la preocupación de todos por Lia (ya que ha pasado dos veces por el psiquiatra a raíz de la anorexia), es su madrastra la única que ve lo que Lia intenta esconder, y Emma es la más cercana a Lia.

Elijah es un personaje un tanto... peculiar. Vive en el motel donde murió Cassie, y busca a Lia. Es al final del libro cuando realmente entabla un vínculo con ella, y el desenlace de todo ello es, cuanto menos, sorprendente.

La manera de escribir de la autora solo puedo decir que es increíble. Me ha gustado mucho el toque que le ha dado poniendo tachones en los deseos y pensamientos que Lia suprime a sí misma. Ha demostrado la capacidad de meterse en la cabeza de alguien enfermo de manera sublime, y eso es algo que no muchos escritores podrían decir.

Te miras en el espejo y sólo ves un fantasma. Oyes gritar a cada latido de tu corazón y todo-absolutamente-todo está mal.

«¿Por qué?» no es la pregunta correcta.

Pregúntate «¿Por qué no?».

No tengo nada malo que decir de este libro, me ha parecido increíble. Solo volveré a repetir que no es apto para personas muy sensibles pero a los demás, os invito a leerlo. Es muy corto, 200 y pico páginas, y no te arrepientes de leerlo.

Nota final: